no seleccionar

20.7.13

Ya no se hablan, ya se empieza a arruinar todo como solían esperarlo. Ahí es cuando te das cuenta que ya no sirve acordarte de las cosas, que no sirve ponerte a pensar lo bien que estabas hace unos meses.
Estas en una casa, es nueva recién te mudas y empezas a proyectar ideas para poder decorarla y que tu casa quede acorde a vos para que cuando entren se den cuenta que sos alegre pero también te bajoneas, que sos sensible un poco histérica y comprensible. Ves un lugar vacío en una ventana y lo querés llenar con flores, con flores lindas y cálidas con unas macetas blancas. Te pusiste a buscar flores y a pintar macetas de blanco, a ensuciarte con tierra, a acomodarlas y a volverlas a acomodar porque no te convencía como habían quedado. Te preocupaste tanto para que ese lugar vacío se llene, que se terminó vaciando de nuevo. Un día te aburriste de las flores y no las regaste. Al día y medio te acordaste y las llenaste de agua, hasta que una tarde las flores ya no eran as mismas del principio. Estaban firmes pero un poco más arruinadas. Terminaste dejándolas un tiempo más hasta que otro día te decidiste a sacarlas. Se volvió a vaciar el lugar un tiempo hasta que pusiste unos jazmines nuevos en macetas blancas. Y  te preocupaste para que duraran y estén firmes pero no arruinados.